domingo, 28 de agosto de 2016

Descansando en su promesa

Hola que tal como están? J
Hoy les quiero hablar de un tema que no me ha sido fácil de escribir y es: Como uno se puede enfrentar a la muerte de un ser querido.
 Hoy por la noche conocí a una amiga, es una señora  muy amable de corazón tan bello que está pasando por algo similar, esta señora perdió a su único hijo, (es curioso que hoy por la  mañana estaba leyendo sobre este tema), y hoy por la noche supe que decirle con el amor que solo mi padre pudo poner en mi corazón. Hoy pude escribir sobre este tema gracias a ella y a Dios que me utiliza para llegar a ustedes.
¿Has notado alguna vez  como tu vida puede cambiar en un minuto?
Una pequeña decisión, una llamada, un mensaje y todo puede cambiar. Y hasta la persona más cercana a Dios puede entristecerse y hasta revelarse  cuando pasa por algo así, el mismo Pastor Cris Méndez nos cuenta sobre su experiencia en este tema y como supero esa etapa.
Él  en conversación con  Dios le decía: Padre  cómo es  posible que habiendo impuesto manos a enfermos y salvado a tanta gente (habiendo logrado milagros para otros), no pude lograrlo para mi papá. Por supuesto él se sentía abatido y a la vez impotente.  Seguramente se cuestionaba si le falto fe, lo bueno fue que él lo puso en oración y Dios le respondió.
¡Porque  Dios es bueno y responde rápido!,  y le dio una palabra que lo ayudo a superar ese momento y llevo a su fe a otro nivel, porque solo en momentos así es cuando tu fe es probada.
Escuchando lo puedo llegar a entender solo una parte de lo que el debió  sentir y seguramente muchas personas han pasado por algo similar.
Muchos podrán decir y revelarse incluso, decir  argumentos como:
(¡Si yo le sirvo¡ Por qué Dios?, ¿Si llevo tantos años en la iglesia porque? ,¿Por qué a él si lo curaste y a ella no?)
La verdad es que pueden levantarse muchos argumentos (pero no te reveles), no te puedo decir que no llores; ni te pongas triste, todos somos humanos y tenemos emociones,  pero si te puedo decir que pongas ese dolor delante de Dios nuestro Padre, créeme que él te va a escuchar y hará  de tus cargas y tus penas cada vez menos. Él también nos da una promesa en la cual descansar.
1 Tesalonicenses 4:13-18Reina-Valera 1960 (RVR1960)
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

En este versículo Dios nos da una promesa y a la vez consuelo para todos nosotros los que  esperamos en Cristo.
La primera es que Dios tiene una promesa de vida eterna para todos los que creemos en él.
Nos dice que traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Entonces tenemos una promesa de volver a vernos con nuestros seres queridos que creyeron en él (¡ven porque es importante hablarles a todos los que nos puedan oír, la palabra de Dios!).
Dice también que los primero en resucitar serán ellos! Y seguido de ellos nosotros seremos subidos al cielo para recibir a nuestro Señor Jesús.
Dice también la palabra que él ya preparo un lugar para cada uno de nosotros.
Descansemos en su promesa y esperanza.
Que Mi Dios querido  los bendiga y guarde siempre.



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